Siempre que se alquila una vivienda, hay que estar atento porque no se es dueño de la misma. Estar atento puede significar asegurarse de que no se produzcan daños en la propiedad, pero también significa que tienes que estar atento a tus derechos legales como inquilino. Aquí tienes algunos consejos para alquilar una casa según pisos de obra nueva en Málaga Myramar inmobiliaria:
- Conozca las leyes de arrendamiento de su zona. Es importante investigar las leyes de arrendamiento para asegurarse de que usted, como inquilino, entiende sus derechos y responsabilidades.
- Inspeccione la propiedad. Debes inspeccionar el sistema de agua, la unidad de aire acondicionado, las cerraduras de puertas y ventanas, la fontanería (asegúrate de que los inodoros tiran de la cadena), etc. Asegúrate de preguntar al agente inmobiliario o al propietario sobre el mantenimiento de la casa y cuándo se hizo el último mantenimiento de la misma. No querrás alquilar una casa con problemas de fontanería o de calefacción durante el invierno.
- Lee atentamente el contrato de alquiler. El contrato de arrendamiento es un contrato legal entre usted y el propietario para el uso de la propiedad de éste. Un contrato de arrendamiento puede contener cláusulas adicionales que no son legalmente requeridas por las leyes de Arrendamiento-Inquilino, pero las cláusulas son legalmente vinculantes cuando el contrato es firmado por ambas partes. Si te preocupa que el contrato de alquiler pueda ser injusto para ti (por ejemplo, que el arrendador te exija inspecciones de la propiedad cada semana), puedes buscar asesoramiento legal y contratar a un abogado especializado en relaciones entre arrendadores e inquilinos.
- Vuelve a inspeccionar el inmueble. Una vez que el contrato de arrendamiento esté finalizado y acordado por el propietario y el inquilino, puedes solicitar ver la propiedad de nuevo. Cuando estés en la propiedad, haz fotos y documenta cualquier tipo de daño que veas. Si ves pequeños agujeros en las paredes causados por una pantalla de televisión montada en la pared, haz una foto e informa al propietario por escrito. El propietario puede o no arreglar los daños antes de que te mudes. Sin embargo, es importante informar al propietario antes de mudarse a la casa, ya que de lo contrario puede acusarte de los daños y quitarte el dinero de la fianza para repararlos.
- Pague el alquiler a tiempo. Una vez que te mudes a tu nueva casa, tienes que pagar el alquiler a tiempo. El alquiler puede pagarse en efectivo, con cheques o con transferencias electrónicas. No se recomienda pagar en efectivo porque no hay ningún rastro de papel para seguir el dinero. Si decides pagar en efectivo, asegúrate de pedir un recibo que documente la fecha y para qué es el dinero.
- Asegúrate de que tu casero ha cobrado. Cuando envíe un cheque al propietario, asegúrese de que éste lo deposite. Si el propietario no ha depositado o cobrado el cheque, infórmale de que has enviado el cheque del alquiler. Es mejor informar al propietario por escrito, por ejemplo, por correo electrónico o por mensaje de texto. No querrás que tu casero te acuse de no pagar el alquiler a tiempo.
- Establece una buena relación con tu casero. Esto no significa que tengas que ser el mejor amigo de tu casero. Sin embargo, no es conveniente que su casero le odie abiertamente. Un casero descontento puede ser difícil de tratar durante la duración del contrato. Sé amable y respetuoso con tu casero. Si quieres ir más allá, puedes enviarle tarjetas de felicitación durante las fiestas. Un casero feliz puede responder más rápidamente a cualquier reparación de emergencia. Si sólo se comunica con el administrador de la propiedad de su arrendador, establezca una buena relación con ese administrador.
- Documente toda la comunicación entre usted y el propietario. Los correos electrónicos y los mensajes de texto son buenas formas de documentar cualquier correspondencia. Incluso si tienes una buena relación con el propietario, siempre debes tomar las medidas necesarias para protegerte en caso de que las cosas se pongan feas. (Y las cosas pueden ponerse feas rápidamente). Las promesas verbales son difíciles de probar en los tribunales.